Hola, soy Eneko Tapia y así comenzó todo
Por el año 2019 yo me encontraba preparando oposiciones para acceder al Ministerio de Cultura. De repente a través de un "amigo" de la familia, perteneciente a uno de los Cuerpos de Seguridad del Estado, nos presentaron a una persona que supuestamente era marchante de arte. Dicha persona nos hizo creer que iba a conseguir vender unas obras de arte que teníamos por mucho dinero. Y con parte de lo conseguido por la venta de esas obras de arte, mis padres pretendían ayudarme a pagar los estudios de mi sueño: ser piloto de aviación.
Dadas las referencias que traía dicha persona, todo parecía creíble, y al surgir dicha oportunidad, decidí posponer la preparación de la oposición, esperar la venta de las obras de arte y centrarme en algo que por fin parecía que podía hacerse realidad. Sólo algo sonaba raro, para vender las obras primero nos pidió un adelanto, en forma de gastos de gestión.
Pasaba el tiempo y no teníamos noticias de ella, sólo nos decía que las obras no se vendían, cada vez nos decía una cosa diferente. El "amigo" nos decía que no veía nada extraño, que todo le parecía creíble y era cuestión de esperar.
Tras más de un año de espera, decidimos hablar con ellos, y ella se delató, era una estafa. Y lo peor de todo, cuando hablamos con el "amigo" nos dijo una frase que yo le había escrito a ella por mensaje. La estafa cuadraba, tanto ella como el amigo sabían todo. Por vergüenza, el amigo nos devolvió el dinero. Pero hay algo que ya no podían devolverme, el tiempo.
Perdí una convocatoria de las oposiciones, aparte de la oportunidad de ser piloto.
Gracias al perfil de una amiga en redes sociales conocí la historia de Senbazuru*, y toda la rabia, tristeza e impotencia de aquel momento decidí invertirlo en realizar las 1.000 grullas de Origami. Intentando transformar algo negativo en algo positivo. Y mientras realizaba las 1.000 grullas de Origami, retomaba mis apuntes y mi preparación para las oposiciones.
Hoy en día, y tras mucho esfuerzo y trabajo, puedo decir que conseguí aprobar las oposiciones. Gracias a todas las personas que habéis apoyado ésta locura comprando las cosas que he hecho, y que me han ayudado a seguir adelante en la época más difícil de mi vida.
Todo ello me ha hecho ver, que sin quererlo, lo que hago refleja mucho parte de lo que soy. Mucha paciencia, constancia como una hormiguita, libros que son parte de mi día a día en mi mundo profesional y una ilusión: poder ser algún dia piloto gracias a las obras vendidas.
Ojalá todo esto que hago algún día tenga mucho valor y así poder devolveros toda la confianza que habéis depositado en mi al comprar las obras.